¿De qué se ríe LoQuiTa?

Esa fue la primera pregunta que me hice yo misma al verla en la hoja.

Resulta que al principio me irritaba que se riera, cuando tal vez yo no me sentía así.

Fue con el tiempo que comprendí… porque empezó a llegarme otra información, empecé a conectarme con mi cuerpo, la naturaleza cíclica y al revisar mis anotaciones y dibujos anteriores ¡que me di cuenta!

Amo esa sensación cuando la conciencia se despierta y todo comienza a tener sentido:

¡LoQuiTa siempre me estuvo diciendo lo mismo! Aunque yo no lo entendiera con la razón…

¡Ella se ríe de mí! Y también de ti… 

 

Porque aunque te digan que estás loca, porque respetas tus tiempos, porque te gusta la soledad, porque no le tenés miedo a la oscuridad, a la magia, a la contemplación, a los cambios, a la transformación, a la celebración del milagro de cada cosa cotidiana. Porque tu vida, toda ella tiene RITMO.

Loca es otra cosa…

Locura es creer que las cosas no cambian,

que no crecen y decrecen.

Locura es vivir con esa idea de que

no somos Naturaleza.

Entonces, seguí descubriendo que hay muchas maneras y excusas para conectarse con esa energía cíclica. Porque en realidad está en toda la Naturaleza, y sin ese ritmo no tendríamos tanta vida, tanta cosecha.

Esto es válido para el mundo emocional, físico y también para concretar sueños ¡y hasta en los negocios!

¿Qué pasó que se perdió esa sabiduría?

Ahí es cuando los humanos nos volvimos locos de verdad.

Uno de los mapas que tenemos para ir despertando esa sabiduría cíclica es el seguimiento de la Luna. Por algo en tantas culturas ancestrales le daban mucha importancia, desde el manejo de la agricultura, como la navegación, la pesca, y ciclos del año. Es por eso que muchas fechas que hoy celebramos, tiene su origen en estos ciclos: de la Luna, y de la Tierra alrededor del Sol.

Cuando todos tus sentidos empiecen a abrirse de “otra manera”, verás que este patrón se repite en casi todo. Es ahí donde habita la Creatividad.
Y para crear necesitamos:

Estar vacíos, con espacio para que “llegue” esa idea nueva que, como una semilla, lleva todo un potencial adentro. Entonces, hay que regarla y alimentarla, cuidarla, contemplarla, cosecharla, celebrarla, disfrutarla, compartir, soltar, despedir, agradecer, confiar, y volver a estar vacíos para empezar otra vez.

Clarissa Pinkola Estés dice que para comprender la existencia de los ciclos de la Vida/Muerte/Vida, la mujer debe aproximarse a la naturaleza salvaje y para ello, a veces, le pide que cuide un jardín.

«Un jardín psíquico o un jardín con barro, tierra, plantas y todas las cosas que lo rodean, ayudan y atacan. Y que se imagine que este jardín es la psique.

El jardín es una conexión concreta con la vida y la muerte. Incluso se podría decir que existe una religión del jardín, pues éste nos imparte unas profundas lecciones psicológicas y espirituales.

Cualquier cosa que le pueda ocurrir a un jardín le puede ocurrir también al alma y a la psique: demasiada agua y demasiado poca, plagas, calor, tormentas, invasiones, milagros, muerte de las raíces, renacimiento, beneficios, curación, florecimiento, recompensas, belleza.

(…) En el jardín aprendemos que los pensamientos, las ideas, las preferencias, los deseos e incluso los amores vivan y mueran. Plantamos, arrancamos, enterramos. Secamos semillas, las sembramos, las mojamos, las cuidamos y cosechamos.


LoQuiTa and Her Plants Coffee Mug in Winter Garden

El jardín es una práctica de meditación en cuyo transcurso vemos cuándo es preciso que algo muera. En el jardín se puede ver llegar el momento tanto de la fructificación como de la muerte. En el jardín nos movemos, no contra sino con las inhalaciones y las exhalaciones de una más vasta naturaleza salvaje.

A través de esta meditación reconocemos que el ciclo de la Vida/Muerte/Vida es algo natural. Tanto la naturaleza que da vida como la que se enfrenta con la muerte están deseando nuestra amistad y nuestro eterno amor.

En el transcurso de este proceso nos convertimos en algo análogo a lo salvaje cíclico. Tenemos capacidad para infundir energía y fortalecer la vida y también para apartarnos del camino de lo que se muere».

Clarissa Pinkola Estés

Mujeres que corren con los lobos” (Capítulo 3)


La vida es más fértil si vivimos al ritmo que siempre frente a nuestros ojos.

¿Sabes cuál es tu propio ritmo?

¿Quieres saberlo?

Hay tanta potencia dentro nuestro que todavía desconocemos…

Y vas a reir.

Cuando la descubras, sonreirás.

Regresar al blog

Deja un comentario

Ten en cuenta que los comentarios deben aprobarse antes de que se publiquen.