Amistad Canina

Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida."
– Anatole France

Cuando leí esta frase, hace muchos años, tuve la certeza de que este autor y yo habíamos experimentado ese tipo de amor.

El dibujo abajo lo hice el mismo día que supe que mi perra Uma había decidido irse a morir. Nunca antes había tenido esa experiencia.

canine friend - dog friend - amistad canina

Con mi anterior perra, Sasha, pude despedirla. Hacer ese rito y estar cerquita de su muerte, pero con Uma… ella me enseñó otra cosa.

Viviendo cerca de la naturaleza, la relación con los animales también es otra. Uma vivía afuera. Amaba el sol, el agua y la nieve. No le gustaba para nada la lluvia. La ponía triste y contemplativa… Igualmente, vivía afuera. Y cuidaba. Siempre cuidaba.

En un invierno muy especial, empezó a sentirse mal. Entre homeopatía y una pastillita para la tos de perro, empezó a sentirse mejor.

Llegó la primavera, volvieron los que se habían ido de viaje, esperó a que lleguen todos y se fue.

Así como lo escribo.

Dog Uma watching

La saludé una mañana, me miró rara. Me di cuenta, la besuqueé toda y le dije “¿qué te pasa Uma?” y se fue caminando.

Pasaron las horas y me llamaba la atención que no aparecía y salí a buscarla. Se venía la lluvia y no aparecía. Empezó a llover, salí con mi otro perro, Clandestino, y nada…

Hicimos lo que hace cualquier persona que se le pierde un animal: dar aviso a vecinos, compartir en redes de mascotas, salir a caminar por todos lados… pero en el fondo de mi corazón yo sabía…

Resulta que su madre Pom y su abuelo Colifa hicieron lo mismo. Se despiden y se van lejos de su casa para morir.

¿Habrá ido hasta el mismo lugar que murieron sus ancestros?

Qué sabia la naturaleza salvaje que comprende la muerte de otra manera. Sin apego, sin miedo.

Pasé una semana mirando a cada rato la ventana, saliendo a caminar con Clandestino y una noche la soñé: ella estaba del otro lado del río, en un campo con otros animales y corría, jugaba. Me miró desde la orilla de enfrente y le dije - ¡Vení Uma! Cruzá! – Y ella simplemente me mostró que no quería cruzar y se fue.

A la mañana siguiente hice este dibujo, en ese abrazo de amigas que se aman libremente.
Y me la imaginé en varios diseños para que me siga acompañando. No solo ella, sino cada perra y perro que viven con nosotros, los humanos.

Amistad canina - canine love - dog love - design - back

Así que, mi amistad eterna con Uma, y con cada mascota que nos dan el privilegio de estar cerca del mundo animal que, cuanto más salvaje puedan estar, más enseñanzas nos brindan si sabemos observar y dejarnos ser penetrados por esa sabiduría que, como dice la frase del inicio, una parte del Alma se despierta al hacer contacto con ellos.

¡Gracias por eso, amigos perrunos!

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